19 de December, 2019
El mercado de la vivienda en España tocó suelo en 2013 y desde ese punto comenzó la recuperación de precios, compraventas y firma de hipotecas. Desde aquel año, la vivienda ha registrado una subida media en España del 36% que ha tenido su reflejo en el mercado del alquiler. La demanda insatisfecha que dejó la crisis económica, unos precios más razonables, la constancia de los inversores extranjeros y, más recientemente, la vivienda como inversión para escapar de los tipos cero o negativos se aliaron en esta recuperación.
Pero en este 2019 ha vuelto a aparecer el signo negativo en muchas de las variables que indican la marcha de este sector. Hasta septiembre se han vendido en España 411.234 viviendas, 17.400 menos que hace un año; el número de hipotecas ha caído el 31% y el capital prestado por los bancos para financiar las operaciones es un 28% menor, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
El precio se ha resistido a caer al lado negativo y acumula en los nuevos primeros meses del 2019 un alza interanual del 4,7%. Pero en este mismo dato también se aprecia debilidad: hace un año los precios de los pisos subían al 7,2%. La desaceleración que se aprecia en el sector residencial ha tenido también un aliado con la entrada en vigor de la Ley Hipotecaria que ha ralentizado el mercado y ha retrasado las transacciones. Sin olvidar, la incertidumbre económica y política.
Para los expertos la falta de Gobierno favorece poco la inversión a largo plazo y, además, la posible formación de un Gobierno PSOE-Unidas Podemos también despierta incertidumbres en dos sentidos: la limitación de ventajas fiscales y económicas a las Socimis (Sociedades Anónimas Cotizadas de Inversión Inmobiliaria) y el posible establecimiento de precios máximos en los alquileres, que ahora es tendencia en algunas ciudades europeas y que el partido de Pablo Iglesias considera imprescindible. Con este cóctel, al que se añade una previsión de menor crecimiento económico, los expertos ven 2020 como un ejercicio de moderación en el mercado inmobiliario.
En la pasada crisis económica de 2007, se comprobó por vez primera que los precios de la vivienda podían bajar, y mucho. Únicamente, bruscos cambios en la política de la vivienda podrían traer sorpresas negativas que, hoy por hoy, no se esperan. En Tinsa prevén un crecimiento medio de precios de la vivienda en 2020 del 3%. Pero en este panorama general de suave aterrizaje en el mercado inmobiliario habrá distintos comportamientos. La estabilidad de la vivienda contrasta con unas previsiones menos halagüeñas para los centros comerciales y los hoteles de costa, según apunta el experto de Bankinter, que vaticina unos precios planos para el sector residencial y subidas en oficinas en sitios prime y en el sector logístico, impulsado por el auge del comercio electrónico.
Con datos de Eurostat, cerca del 25% de los españoles vive de alquiler. La recuperación de los precios desde 2013 ha llevado a alzas importantes en los precios de la vivienda que se trasladan rápidamente a los inquilinos. El acceso a la vivienda se ha convertido en un tema principal de la política y la economía. Con una financiación tan barata como la actual –con el interés medio de las operaciones hipotecarias en el 2,51%– cabría esperar que los españoles se lanzasen a la compra de vivienda en vez del alquiler.
Fuente: Cinco Días