Vender o comprar un piso o una casa durante los meses de verano, especialmente en septiembre, es una de las dudas que siempre se generan en inversores y vendedores. Acostumbran a ser unos meses considerados como negativos para llevar a cabo estas operaciones, pero en la actualidad, eso ha cambiado rotundamente.
Cada vez más compradores del resto de Europa deciden
invertir en bienes raíces en
viviendas de la costa mediterránea, donde hace buen tiempo incluso en las épocas más frías.
Septiembre, un buen mes para el sector inmobiliario
El mes de septiembre se ha convertido en un mes estrella para las oportunidades inmobiliarias. Durante ese periodo, en 2022, se realizaron casi 62.000 operaciones de
compraventa de inmuebles y las previsiones apuntan a que estos buenos números se repitan este año.
Entre los motivos de que septiembre esté destacando en este aspecto encontramos el hecho de que, sobre todo entre los inversores extranjeros, ha habido un cambio en la percepción de la calidad de vida en la costa mediterránea, no solo en verano, sino durante todo el año.
La costa mediterránea, el lugar ideal para vivir y teletrabajar
La
flexibilidad laboral y el
teletrabajo, que ha aumentado a raíz de los confinamientos por la Covid-19, han dado libertad a muchas personas para hacer sus tareas laborales desde cualquier parte del mundo.
Esto se ha traducido en que muchos
compradores de inmuebles del resto de Europa han huido de grandes ciudades y aglomeraciones y se han instalado en zonas más tranquilas y agradables, especialmente en la costa mediterránea, donde la calidad de vida es mucho mayor.
Este es el ejemplo de las poblaciones cercanas a Barcelona, la Costa del Sol o la Costa Blanca, donde la cercanía al mar y el buen clima durante todo el año siguen siendo uno de los mayores reclamos para inversores inmobiliarios.
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