El
tercer trimestre de 2022 ha acabado con una
caída del precio del alquiler del 1,1%, lo que supone que, a finales de septiembre, arrendar un piso costaba 11,2 euros por metro cuadrado. Esta cifra es un 6,4% superior a la del mismo período de 2021, pero un 2,2% inferior a la de septiembre de 2020.
A esto hay que sumar la
subida de los tipos de interés bancario, lo que ha supuesto que se endurezcan las condiciones para que las familias puedan acceder a una
hipoteca para comprar un piso. Esto se ha traducido en una ralentización de la
compraventa de viviendas, que ha caído casi un 3% en septiembre.
Con todos estos factores, se está fraguando un grave problema de
oferta de pisos para alquilar, especialmente en las ciudades más importantes de España, como
Madrid, Barcelona, Bilbao o
San Sebastián.
A la demanda de
vivienda para arrendar, que comenzó a crecer de forma considerable durante la pandemia, se han sumado todas aquellas personas que
no pueden acceder a la compra de un piso por el endurecimiento de las condiciones hipotecarias. Por otro lado, la oferta de
viviendas en alquiler no ha aumentado, por lo que el mercado no puede hacer frente a todas las personas o familias que quieren acceder a un inmueble.
A pesar del estancamiento general de los precios en el mercado inmobiliario,
el alquiler sí que ha subido en 32 capitales de provincia. El aumento más significativo ha sido para
Alicante, donde el precio del alquiler se ha encarecido un 8,3% respecto a la cifra del segundo trimestre de este año, seguida de Santa Cruz de Tenerife, con un 6%, y Valencia y Palma, con un 5,6% para ambas.
La capital de provincia con
el alquiler más caro sigue siendo
Barcelona, con un precio de 17,8 euros por metro cuadrado, seguida por Madrid, con 16,3 euros por metro cuadrado.
Fuente: Idealista/OkDiario