Son más de la mitad de los
británicos quienes compran viviendas en territorio español como segunda vivienda, por encima de franceses, belgas, alemanes o suecos. Esto demuestra que el
Brexit no ha frenado la actividad inmobiliaria en España.
El 57% de los británicos que compran una
vivienda en nuestro país la tiene como segunda residencia, frente al 25% que la compra para cambiar de residencia, el 6% para inversión y un 10% por algún otro motivo diferente a los anteriores.
El 69% de los compradores británicos apuestan por viviendas en la costa, el 17,7% por zonas rurales y el 5,6% lo prefiere en la ciudad. La mayoría de estos compradores tienen entre 30 y 64 años, los "millenials" tan solo ocupan un 0,82% del total.
No solo los británicos son los que se decantan por España, en los últimos años existen nuevos mercados emergentes de compradores de viviendas procedentes de Portugal, Marruecos, China, Ecuador o Rusia y están ganando mucho protagonismo.
Fuente: Expansión.