Hace apenas un mes, el
sector inmobiliario parecía tener un futuro menos amenazado que otras actividades consideradas motores de la economía española como el turismo. Aún así, “con previsiones de caída del PIB de entre el 4% y el 5%, las perspectivas no eran optimistas. En estos momentos las cosas son mucho más complicadas. Si nos creemos las nuevas previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco de España, la Unión Europea y los distintos servicios de estudios sobre la caída del PIB (entre el 7% y el 13%) y el aumento del desempleo (la tasa de paro subirá al 19%) en España, la disminución de transacciones de viviendas podría caer en el entorno del 35%-40%. Pero esto sería en una crisis normal. En este caso, la situación es bastante diferente a las crisis cíclicas que golpean periódicamente la economía”, explica José García-Montalvo, catedrático de Economía de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona.
Los últimos datos confirman nuevas previsiones de caída de actividad en el sector. Se espera un descenso en las compraventas de viviendas de segunda mano del 29% y del 15% en la obra nueva en 2020, lo que se trasladará a retrocesos en precio de hasta el 25% respecto al precio de venta inicial.
Hay que tener en cuenta que, como en cualquier crisis económica, el efecto Covid-19 en el mercado laboral “se traduce en un crecimiento de la tasa de paro, que es el freno más potente para el mercado residencial”, apunta Joan Carles Amaro, profesor del departamento de Economía, Finanzas y Contabilidad de Esade.
Factores a tener en cuenta
El incremento del desempleo, continúa el experto de Esade, supone “una reducción de la renta disponible de las familias y una mayor aversión al riesgo y decisiones como la compra de vivienda suelen posponerse” y a todo ello se unen las restricciones al crédito. Tal y como explica Amaro, puede que algunas entidades financieras, ante un riesgo sistémico como el que vivimos, reaccionen apostando por la prudencia, por lo que la cesión de préstamos puede estar marcada por una visión más conservadora.
En este escenario y descontado el impacto en el número de compraventas, provocado por la paralización del sector durante estos últimos meses, habrá una segunda fase, durante la segunda mitad del año, en la que el número de compraventas se recuperará y crecerá a buen ritmo.
En algunas poblaciones, en ciudades como Madrid y Barcelona, se habían detectado bajadas de precios en los últimos seis meses, según revelaban los datos del último
Informe sobre el mercado de la vivienda elaborado por la inmobiliaria y coordinado por García-Montalvo, de la UPF.
En este estudio se señalaba que el precio de la vivienda usada en España descendió un 2,1% en tasa interanual en el segundo semestre de 2019, lo que sitúa el metro cuadrado en 2.297 euros. Esta fue la primera caída desde 2014, tras cinco años de subidas consecutivas y situaba el precio a niveles de 2011.
Fuente: Cinco Días