Los precios de la vivienda se están estabilizando comparado con los del año pasado. Pese a la incertidumbre en el sector inmobiliario a causa de la invasión de Ucrania, la alta inflación y la evolución de los tipos de interés, las condiciones de financiación siguen siendo buenas para los compradores.
El
precio de la vivienda se está estabilizando frente a las subidas del año 2021. Aunque durante el último trimestre del año pasado los inmuebles de segunda mano subieron de precio en España un 6,4%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), los datos más actualizados indican una caída en febrero de 2022 por tercer mes consecutivo hasta los 1.814 euros por metro cuadrado de media, lo que indica un 0,6% menos que en enero. Este moderado cambio de tendencia refleja que los precios se están estabilizando, y esto junto con las
favorables condiciones de financiación de las entidades bancarias, hace que sea un buen momento para comprar una vivienda.
Para los compradores va a ser un muy buen año, sobre todo, por las buenas condiciones de financiación. Con los actuales
bajos tipos de interés y las favorables condiciones para contratar una hipoteca todos son beneficios para las familias que quieran financiar la
compra de una vivienda. A pesar de que los bajos tipos de interés irán subiendo a medida que la política monetaria se endurezca para combatir la inflación, esta subida de tipos tendrá lugar de una forma gradual lo que hará que la estabilización se mantenga en el sector, aunque con ligeros incrementos.
Desde el inicio de la pandemia, se ha comprobado que
el comportamiento de los precios ha sido diferente en función del tipo de vivienda y de la ubicación. Por ejemplo, si hablamos de los inmuebles de obra nueva, estos han vivido una evolución particular por los problemas surgidos en el sector de la construcción. El incremento de los precios en las materias primas, la escasez de suelo para edificar y el fuerte aumento de la demanda provocaron un incremento en el precio de estos inmuebles. En estos casos, como existe una reducida oferta y una alta demana, los precios pueden crecer este año a un ritmo del 5% o del 6%.
Fuente: El País